El escapulario - Talleres Las Teresas

 La Virgen María entrega el escapulario a San Simón Stock

 San Simón Stock fue nombrado general de la Orden Carmelita en el año 1246 . Este comprendió que, la orden necesitaba de la intervención de la Virgen. Asi recurrió a María poniendo la orden bajo su amparo, ya que ellos le pertenecían. En su oración la llamó "La flor del Carmelo" y la "Estrella del Mar" y le suplicó la protección para toda la comunidad.

 En respuesta a esta ferviente oración, el 16 de julio de 1251 se le aparece la Virgen a San Simón Stock y le da el escapulario para la orden con la siguiente promesa:

 "Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los Carmelitas:

quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno"

 Muchos laicos con el tiempo fueron sintiendo el llamado de vivir una vida mas comprometida con la espiritualidad carmelita y así se comenzó la cofradía del escapulario, donde se agregaban muchos laicos por medio de la devoción a la Virgen y al uso del escapulario. Por eso la Iglesia ha extendido el privilegio del escapulario a los laicos.

Sentido de la Promesa

Muchos Papas y santos, como San Juan Pablo II, San Alfonso Ligorio, San Juan Bosco, San Claudio de la Colombiere, y San Pedro Poveda, tenían una especial devoción a la Virgen del Carmen y llevaban el escapulario. Santos y teólogos católicos han explicado que, según esta promesa, quien tenga la devoción al escapulario y lo use, recibirá de María Santísima a la hora de la muerte, la gracia de la perseverancia en el estado de gracia (sin pecado mortal) o la gracia de la contrición (arrepentimiento).

Por parte del devoto, el escapulario es una señal de su compromiso a vivir la vida cristiana siguiendo el ejemplo perfecto de la Virgen Santísima.

Desde el siglo XVI se extiende por toda la cristiandad el uso del escapulario del Carmen, y casi todos los Papas lo han vestido y propagado.

El Papa San Juan Pablo II, que fue un terciario carmelita, ha recordado en diversas ocasiones que viste con devoción, desde niño, el escapulario del Carmen.